Tratamiento con medicación u otrOS TIPOS DE procedimientos MÉDICoS

Actualmente no hay ningún medicamento aprobado por la Agencia de Alimentos y Medicamentos (FDA) que esté etiquetado para tratar la colitis microscópica ni tampoco lo ha habido hasta la fecha. Desde que se describió la primera forma conocida de colitis microscópica (colitis colágena), la comunidad médica ha considerado la enfermedad como rara. Por ello, no sorprende que hasta la fecha al menos ninguna empresa farmacéutica haya estado dispuesta a invertir las grandes cantidades de dinero necesarias para obtener la aprobación de la FDA para uno o más medicamentos etiquetados específicamente para su tratamiento. En consecuencia, si los médicos deben prescribir una medicación para tratar la CM, están obligados a prescribir un medicamento aprobado por la FDA para un uso para indicación no autorizada.
Por lo general, para tratar la colitis microscópica se prescriben los medicamentos etiquetados para tratar la enfermedad de Crohn o la colitis ulcerosa. Dado que la FDA no tiene la autoridad judicial para regular la práctica de la medicina, un médico puede prescribe un medicamento para una indicación no autorizada sin la aprobación de la FDA. Y aunque es legal que un médico recete un medicamento para un uso para indicación no autorizada, no es legal que una empresa farmacéutica promocione el uso de una medicamento para un uso para indicación no autorizada.
Durante los últimos años, los médicos empiezan a darse cuenta de que, al fin y al cabo, la colitis microscópica no es tan rara; simplemente ha sido infradiagnosticada durante muchos años). Así que ahora al menos existe la posibilidad de que una o más empresas farmacéuticas decida desarrollar un medicamento etiquetado de manera específica para tratar la colitis microscópica en algún momento futuro. Al menos, quizá alguna de estas empresas solicite a la FDA que les autorice a añadir la colitis microscópica en la etiqueta de un medicamento existente aprobado por la FDA.
Un número sorprendente de casos de colitis microscópica son causados por un medicamento. Cuando eso ocurre, a veces se puede alcanzar la remisión simplemente dejando de usar el medicamento que causaba los síntomas. Siempre que el paciente evite ese tipo de medicamentos en el futuro, la remisión de la enfermedad se podría mantener de forma indefinida. Pero si nos basamos en las pruebas empíricas, parece ser que pacientes con CM causada por un medicamento podrían ser el único subgrupo de pacientes que son capaces de mantener una remisión a largo plazo de manera consistente sin ninguna intervención de tratamiento continuada.
Sin embargo, en muchos casos cuando los síntomas han estado activos durante muchos años, simplemente interrumpiendo el uso del medicamento podría no ser suficiente para establecer y mantener la remisión. En esos casos, los intestinos podrían haber resultado demasiado dañados y podría ser necesario un intervención de tratamiento adicional.
Como parte de las recomendaciones del tratamiento, la mayoría de los gastroenterólogos recomiendan a los pacientes con CM que eviten tomar ciertos medicamentos que suelen asociarse a la aparición de la colitis microscópica. Una de las primeras clases de medicamentos que se conoce que causan colitis microscópica son los llamados antiinflamatorios no esteroides (AINE). Desde entonces, se han añadido medicamentos adicionales a dicha lista, incluyendo antibióticos, inhibidores de la bomba de protones (IBP), inhibidores selectivos de la recaptación de serotonina (ISRS), inhibidores selectivos de la recaptación de serotonina y noradrenalina (IRSN), antidepresivos tricíclicos, inhibidores de la enzima convertidora de angiotensina (IECA), bloqueantes beta, estatinas y bifosfonatos. Seguramente hay otros que todavía no se han identificado.
El tratamiento con Pepto-Bismol (salicilato de bismuto)
El primer tratamiento desarrollado específicamente para tratar la colitis microscópica se demostró hace aproximadamente unas dos décadas en un ensayo clínico controlado por parte de un investigador médico, el doctor Kenneth Fine que resultó tener colitis microscópica. En dicho ensayo clínico él y sus colegas demostraron que el Pepto-Bismol (que contiene salicilato de bismuto como principio activo) podría aportar la remisión de los síntomas de la CM si se tomaba en dosis significativas (ocho pastillas, o dosis equivalente) cada día, durante un periodo de ocho semanas. Aunque el tamaño de la muestra era relativamente pequeño, los datos indicaron que la diarrea remitió en un 75 % de las personas que completaron el ensayo. El tiempo de respuesta promedio para alcanzar la remisión fue de dos semanas y no se mencionaban efectos secundarios significativos en el informe del ensayo.
Aunque se desconoce el mecanismo por el cual el salicilato de bismuto suprime la inflamación, se sabe que el salicilato de bismuto tiene propiedades antibióticas leves. De todos modos, el doctor Fine ya no recomienda este tratamiento; en primer lugar, porque con una dosis tan elevada, hay un ligero riesgo de una acumulación tóxica de bismuto en el cuerpo si se continúa el tratamiento más allá del intervalo recomendado. Además, se ha observado que algunos pacientes podrían reaccionar de forma adversa a los colorantes u otros ingredientes del Pepto-Bismol. De todos modos, según sus estudios posteriores el tratamiento con salicilato de bismuto no suele ser necesario ya que se puede conseguir la remisión solamente con cambios en la dieta. Puede hacer clic en el tabulador "Cambios en la dieta" para obtener información sobre cómo controlar la colitis microscópica.
Tratamientos que disminuyen la motilidad gastrointestinal
Para tratar la diarrea se pueden usar ciertos medicamentos que se sabe que disminuyen la motilidad intestinal. Estos medicamentos funcionan reduciendo la acción de bombeo peristáltico de los intestinos. Lotronex (alosetron), uno de los medicamentos de esta categoría, suele utilizarse principalmente para tratar el síndrome de intestino irritable (SII). De forma ocasional se prescribe para tratar la CM. Para la mayoría de los pacientes, suele ser un potente agente antimotilidad. Es tan efectivo que en el pasado causó polémica al usarse de manera inadecuada cuando por primera vez se aprobó su venta. En el año 2000 se retiró del mercado, solo nueve meses después de que la FDA lo aprobara con rapidez debido a un número de muertes asociadas con su uso.
El problema fue que muchos médicos lo prescribían no solo a los pacientes con diarrea predominante por el SII, sino también a pacientes con estreñimiento predominante por el SII. Algunos de estos pacientes con estreñimiento predominante por el SII desarrollaron colitis isquémica, obstrucción, perforación, megacolon tóxico, y otros trastornos graves que en algunos casos pusieron su vida en peligro y que, a veces, requirieron intervención quirúrgica.
El medicamento se volvió a introducir en 2002 con nuevos requisitos para el prospecto según los cuales antes de que un médico recetara el medicamento, debía contactar con el fabricante para seguir una formación especial a fin de reducir las posibilidades de que dicho medicamento se recetara a un paciente que pueda tener una reacción potencialmente mortal. Las nuevas normas estipulan también que Lotronex solo se puede recetar a mujeres con SII con predominio de diarrea. En la actualidad, este medicamento no se suele utilizar para tratar la CM.
Los antidiarreicos como el Imodium (Loperamida) y Lomotil (Difenoxilato y atropina) también ayudan a controlar la diarrea disminuyendo la motilidad. Lomotil requiere receta médica, mientras que Imodium se puede adquirir sin receta médica. A pesar de que Imodium está disponible sin receta médica, muchos pacientes lo encuentran igual de efectivo que Lomotil. Algunos incluso afirman que Imodium les funciona mejor que Lomotil.
Antiespasmódicos
Los medicamentos de esta categoría funcionan suprimiendo la motilidad del estómago y de los intestinos y disminuyendo la secreción de los ácidos estomacales y de otros fluidos. Este grupo de medicamentos se basan en alcaloides de belladona y fenobarbital, incluyendo atropina, hiosciamina y escopolamina. Levsin (hiosciamina), aunque no se receta de manera amplia para tratar la CM, parece ser el fármaco de este grupo que más se prescribe para tratar la CM. En general, este tipo de medicamentos se utilizan con mayor frecuencia para tratar los síntomas del SII o las úlceras, y rara vez se prescriben para tratar la colitis microscópica.
Secuestrantes de los ácidos biliares
Los medicamentos de esta categoría se conocen como hipolipemiantes porque principalmente reducen la reabsorción de los ácidos biliares. Se desarrollaron originariamente a fin de disminuir los niveles de colesterol, pero se suelen recetar para reducir la diarrea, especialmente en los pacientes que acaban de ser operados de la vesícula biliar. Los secuestrantes de los ácidos biliares se unen a las sales biliares para que ya no puedan causar diarrea. Entre estos medicamentos se incluye la colestiramina, el colestipol y el colsevelam y suelen causar estreñimiento. Debido a esta característica, algunos médicos los recetan a pacientes que tienen colitis microscópica.
Un estudio de investigación en pacientes con colitis colágena completado hace 15 años, concluyó que alrededor del 44 % de los sujetos del estudio tenía malabsorción de los ácidos biliares (MAB), que fue la causa de la diarrea de difícil solución. 1 El tratamiento con un secuestrante de los ácidos biliares resultó en una mejora de los síntomas en el 78 % de los pacientes.
Aunque este grupo de medicamentos podría ser efectivo gracias a que reducen o incluso paran la diarrea en algunos casos, en otros aumentan la hinchazón y el dolor. Por ello, los pacientes que siguen este tratamiento deben estar atentos a cómo afecta a su cuerpo, ya que el tratamiento no beneficia a todas las personas que tienen CM. Y por supuesto, los tratamientos de esta categoría no abordan la causa subyacente de la inflamación que hace que la CM se desarrolle y se prolongue y la malabsorción de los ácidos biliares. Solo tratan el síntoma de la malabsorción de los ácidos biliares.
Antidepresivos
Muchos antidepresivos tiene como efecto secundario el estreñimiento y por eso a veces se prescriben varios para tratar la CM. Las opciones más habituales para este uso parecen ser los inhibidores selectivos de la recaptación de la serotonina (ISRS) y los inhibidores de la recaptación serotonina-norepinefrina (IRSN). Dado que la depresión parece estar comúnmente relacionada con esta enfermedad, en algunos casos los antidepresivos pueden proporcionar beneficios adicionales en algunas situaciones siempre que consigan aliviar la depresión en cierta medida.
También es posible que los atributos ansiolíticos de algunos de estos medicamentos ofrezcan algunos beneficios para reducir las contracciones musculares en los intestinos. Es obvio que este tipo de medicamentos no hacen nada para suprimir la inflamación que conduce a desarrollar la enfermedad en primer lugar. Pero para algunas personas detener la diarrea les aporta el alivio sintomático suficiente como para considerar que el tratamiento sea un éxito. Está abierto al debate si hacer caso omiso a la inflamación es una elección prudente.
No resulta sorprendente que, para muchos pacientes, estos medicamentos no solucionen la diarrea, y que para otros, incluso empeoren los síntomas existentes empeoren. Este riesgo relativamente alto de efectos secundarios, y el riesgo de que el cuerpo pueda desarrollar una dependencia a estos medicamentos con un uso a largo plazo, siendo necesario disminuir la dosis gradualmente cuando se suspender su uso, complica todavía más prescribir estos medicamentos para tratar la CM.
Aunque un antidepresivo podría ayudar a aliviar la diarrea en algunos casos en los que fuese el síntoma gastrointestinal predominante de la CM, este tipo de medicamento obviamente estará contraindicado en los casos en los que el estreñimiento fuese el síntoma gastrointestinal predominante, o cuando exista una alternancia entre la diarrea y el estreñimiento. Y, por supuesto, los ISRS y los IRSN también estarían contraindicados en todos los casos en los que el paciente sea sensible al medicamento, como puede indicar una reacción adversa de cualquier tipo. Como se menciona en el capítulo anterior, este tipo de fármaco se asocia como causante de CM en un número importante de casos, por lo que debería utilizarse con precaución y de forma discontinua si los síntomas empeorasen.
Dicho esto, en ciertos casos de CM en los que la motilidad intestinal es demasiado lenta, algunos pacientes opinan que una dosis muy baja de amitriptilina (10 mg al día) parece que les ayuda a regular la motilidad intestinal y podría ayudar a establecer y mantener la remisión durante el proceso de recuperación. Esto ilustra lo diversas que puede ser las reacciones en diferentes casos.
Analgésicos
Dado que los AINE están contraindicados a los pacientes con CM, el único analgésico no opiáceo que se sabe que es seguro para algunas personas con CM parecer ser Tylenol (acetaminofén). A diferencia de la mayoría de los analgésicos opiáceos, Ultram (tramadol) no parece provocar que los pacientes desarrollen una tolerancia tras un uso prolongado, por lo que tiene un riesgo muy bajo de adicción comparado con la mayoría de los analgésicos opiáceos, como la oxicodona o la hidrocodona. Dicho esto, recuerde que pocos pacientes consideran que son excepciones a esta norma y que el tramadol parece causarles problemas de adicción.
Los analgésicos opiáceos a veces se recetan para tratar la CM no solo por su efecto analgésico, sino porque ralentizan la motilidad y tienden a provocar estreñimiento. Por ello hay que recordar que además del riesgo de adicción, el uso de analgésicos opiáceos para tratar la CM conlleva un riesgo adicional de causar un problema de retención fecal para toda la vida. Y como sucede con muchos medicamentos, usar analgésicos a base de estupefacientes para tratar los síntomas de la CM equivale a solo tratar los síntomas mientras que se ignora la inflamación que causa la enfermedad.
Ácido 5 aminosalicílico (5-ASA)
Como se ha mencionado anteriormente, los medicamentos más recetados para tratar la colitis microscópica a menudo suelen ser los que han demostrado ser eficaces para tratar otras enfermedades inflamatorias intestinales. Desde el principio, era frecuente la prescripción de sulfasalazina (Azulfidina) como tratamiento.
La sulfasalazina es un profármaco, es decir, no se activa en el sistema digestivo hasta que es descompuesto por las bacterias que hay en el colon en ácido 5 aminosalicílico (5-ASA) y sulfapiridina. Aunque la sulfapiridina tiene un efecto terapéutico para la artritis reumatoidea, no se ha observado un efecto beneficioso de la sulfapiridina para tratar una enfermedades inflamatorias intestinales. Como muchas personas suelen tener reacciones adversas a los medicamentos que contienen sulfas, actualmente la sulfasalazina se ha remplazado sobre todo por mesalamina, en ocasiones conocida como mesalazina, en el tratamiento de las EIIs.
La mesalamina contiene el principio activo de la sulfasalazina, conocido como ácido 5-aminosalicílico. Hay una serie de medicamentos en este grupo que usan el mismo principio activo, y que a veces se denominan como medicamentos del grupo 5-ASA. En los EE. UU. este grupo de medicamentos incluye un número de marcas conocidas, como Asacol, Asacol HD, Lialda, Apriso, Colazal, Pentasa y Rowasa. En el Reino Unido, los nombres de marcas comúnmente disponibles incluyen Asacol, Canasa, Ipocal, Salofalk, y Mezavant XL.
Hay otras marcas disponibles en otros países, pero todas se basan en la mesalamina como ingrediente activo. Todas utilizan alguna forma de recubrimiento entérico para evitar que la medicación se active antes de alcanzar la zona objetivo del tubo digestivo, por lo general en algún lugar del tercio inferior del intestino delgado (íleon) o del colon. Desafortunadamente, la mesalamina está químicamente relacionada con la aspirina, por lo que las personas que son alérgicas a la aspirina, o a otro tipo de salicilato, no deben usar este medicamento.
También hay riesgo de que esta similitud química se extienda a otros atributos de los AINES. Aunque estudios in vitro han demostrado que la mesalamina aparentemente inhibe las enzimas que se cree son responsables de la producción de ambos, los leucotrienos y las prostaglandinas (ambos conocidos como mediadores inflamatorios), estudios de casos han mostrado que en algunos individuos, y en combinación con la enfermedad inflamatoria intestinal, podría estimular la producción de leucotrienos, similar a los AINES, causando diarrea o inflamación intestinal (o ambos). Esto implica que los medicamentos del grupo 5-ASA podrían beneficiar a algunos pacientes con CM, al mismo tiempo que empeoran la inflamación en otros casos.
La experiencia demuestra que, en general, los medicamentos de este grupo son relativamente efectivos en suprimir la inflamación asociada con la CM, pero que, de alguna manera, tienden a ser lentos en aportar una remisión. Lo típico es que tarden varias semanas, o incluso más, antes de establecer el control. No siempre controlan los síntomas de manera satisfactoria y algunos pacientes no los toleran.
Corticosteroides
Otro tipo de medicación que suele recetarse para la colitis microscópica son los corticosteroides. Los corticosteroides son reconocidos por suprimir la inflamación. Suelen ser más efectivos que los medicamentos del grupo 5-ASA en conseguir que remitan los síntomas. Por desgracia, algunos corticosteroides tienen mala fama porque causan efectos secundarios severos si se toman a largo plazo.
Uno de los corticosteroides prescritos con mayor frecuencia es la prednisona y algunos gastroenterólogos todavía la recetan para tratar la CM. Pero debido a su importante riesgo de causar algunos efectos secundarios graves, no se puede usar como tratamiento a largo plazo sin que provoque un riesgo alto e inaceptable de desarrollar efectos adversos en la salud. Sus principales ventajas son el bajo coste y su potente eficacia. Parte de su eficacia radica en su efecto inmunosupresor. Por supuesto, este efecto inmunosupresor tiene la desventaja de disminuir la resistencia del cuerpo a las enfermedades y a las infecciones. Debido a su potente efecto en las glándulas suprarrenales del cuerpo, la retirada de este medicamento se debe llevar a cabo con gran precaución disminuyendo lentamente la dosis, durante el periodo de retirada. Otra desventaja bien conocida del uso de la prednisona y otros corticosteroides es que influyen en la curación de las heridas, por lo que se necesita más tiempo para la curación y aumentan el riesgo de infección.
Un corticosteroide más moderno, la budesónida, puede usarse a menudo con la misma eficacia que la prednisona, con un riesgo mucho menor de provocar efectos adversos para la salud. La budesónida es el ingrediente activo de Entocort EC. Las cápsulas de Entocort EC tienen como ventaja su recubrimiento entérico especial que retrasa la activación de la budesónida hasta que alcanza el tercio inferior del intestino y del colon, de forma que solo se absorbe una cantidad mínima del ingrediente en la torrente sanguíneo. Hay ensayos clínicos que muestran que cuando se administra la budesónida de esta manera, solo se absorbe entre un 9 y un 21 % en el torrente sanguíneo. Su velocidad de absorción relativamente baja en el torrente sanguíneo tiende a disminuir de manera significativa el riesgo de efectos secundarios sistémicos. Como eso significa que la parte más fuerte de la medicación se encuentra disponible para tratar las zonas inflamadas del tercio inferior del intestino delgado y del colon, hace que Entocort EC sea un medicamentos efectivo y mucho más seguro de utilizar, comparado con la prednisona.
Podría decirse que la mayor ventaja que tiene Entocort EC frente a otros corticosteroides para tratar la CM es que se ha demostrado que su uso a largo plazo es seguro. Ensayos clínicos de más de 52 semanas han demostrado que el riesgo de los efectos secundarios a largo plazo por el uso de Entocort EC en 6 mg. al día es similar al riesgo asociado con el uso a corto plazo (ocho semanas) de Entocort EC en 9 mg. al día estableciendo así su seguridad para el uso a largo plazo en 6 mg. por día.
Ya está disponible una medicación más nueva basada en el budesónida. Se llama Uceris y su fabricante asegura que debido a que no se activa hasta que está en la parte baja en el colon, no hay ningún riesgo de padecer efectos sistémicos. Y por ello, este corticosteroide en particular no requiere una pauta de retirada progresiva. Uceris está etiquetado para la colitis ulcerosa, una enfermedad que empieza por lo general en la región rectal del tubo digestivo y se extiende hacia arriba, que es la razón del fabricante al crear el medicamento para que se active tan abajo en el tubo digestivo. Aunque esta característica es ideal para tratar la colitis ulcerosa, Uceris podría no ser efectivo para tratar la CM en algunos casos debido a que la CM normalmente afecta a zonas aleatorias distribuidas por todo el colon y la mayoría de las veces la parte terminal del íleon también está inflamado. Sin embargo, hay informes generalmente favorables de pacientes con CM que han usado Uceris.
Supresores del sistema immune
Se sabe que algunos especialistas del aparato digestivo recetan ciertos supresores potentes del sistema inmune como Imuran (azatioprina) o metotrexato para tratar la CM. Al principio estos supresores del sistema inmune se desarrollaron para disminuir las tasas de rechazo después de trasplantes de órganos y para la quimioterapia relacionada con los tratamientos para el cáncer pero se recetan a menudo para la enfermedad de Crohn.
La azatioprina es otro profármaco. Durante el proceso digestivo, se metaboliza en la forma activa, 6-mercaptopurina, que impide la síntesis del ADN. Esto a su vez retrasa la propagación de células nuevas, especialmente de linfocitos, que normalmente tienden a crecer rápidamente. Las células T y B se ven afectadas sobre todo por esta restricción del crecimiento. De forma general se considera las cantidades excesivas de células T son las causas principales de la inflamación asociada con la CM y otros problemas autoinmunes. Como la azatioprina suprime la propagación de las células T, es efectiva para tratar ciertas enfermedades autoinmunes y se suele usar para tratar la enfermedad de Crohn, lo cual establece su posible eficacia para el tratamiento de la CM.
El metotrexato se utiliza en el tratamiento para el cáncer, las enfermedades autoinmunes como la artritis reumatoidea, la psoriasis, y la artritis psoriásica; incluso se ha aplicado para inducir abortos médicos. Funciona inhibiendo el metabolismo del ácido fólico. Se desarrolló originalmente como un tratamiento de quimioterapia y es conocido por su efectividad contra una serie de distintos tipos de cáncer. Pero actualmente, a diferencia de la azatioprina, parece que el metotrexato rara vez se receta para tratar la colitis microscópica.
En general, dado que los medicamentos inmunodepresores conllevan un riesgo elevado de desarrollar una infección o cáncer, este tipo de medicamentos solo deberían considerarse si antes se han probado otros tratamientos de menor riesgo que no han aliviado los síntomas.
Medicamentos anti-TNF
Los medicamentos anti-tumorales del factor de necrosis (anti-TNF) como Embrel (Etanercept), Remicade (Infliximab), y Humira (Adalimumab) cada vez se prescriben más a menudo para tratar trastornos inflamatorios diversos, incluyendo la enfermedad de Crohn. Por esa razón, algunos médicos lo consideran una opción viable para tratar la colitis microscópica. Esta clase de medicamentos se han desarrollado de manera bastante reciente. Sin embargo, los estudios de casos demuestran que aunque la mayoría de los pacientes con problemas inflamatorios muestra beneficios significativos, algunos experimentan reacciones adversas graves, e incluso posiblemente mortales.
Recientemente se ha vinculado los medicamentos anti-TNF, por ejemplo con un mayor riesgo de sufrir una posible infección quizá mortal con la bacteria de la legionela y de la listeria, además de la larga lista de agentes patógenos que se había indicado previamente. Aunque se consideran generalmente seguros para la mayoría de los pacientes, hay que tener especial cuidado antes de empezar a usar cualquiera de estos medicamentos ya que suprimen el sistema inmune, lo cual puede conllevar un mayor riesgo de infecciones y de otros efectos adversos.
Intervención quirúrgica
Como último recurso de tratamiento, algunos gastroenterólogos incluso podrían recomendar una ileostomía en algunos casos graves de CM en los que el paciente no responda a los métodos de tratamiento convencionales. Una ileostomía desvía la corriente fecal a una bolsa externa, sin pasar por el colon, evitando así cualquier oportunidad de que se inflame, aislándolo de la corriente fecal. Los estudios de casos publicados demuestran que este procedimiento quirúrgico por lo general conlleva la remisión de los síntomas. Pero parece que este tratamiento es demasiado drástico, pues que el colon ya no podrá aportar ningún beneficio funcional al cuerpo tras el procedimiento. Y si se ve afectado el intestino delgado, lo cual parece que sucede a muchos pacientes, entonces no cabe esperar que la ileostomía soluciones las reacciones del intestino delgado.
Pero decir que este procedimiento conllevará remisión simplemente no es cierto. Hay casos en que la ileostomía no resolverá los síntomas de la CM. Si una dieta elemental, especialmente si se administra mediante un tubo de alimentación parenteral, no resuelve los síntomas, entonces conviene encontrar una solución mediante una ileostomía porque el procedimiento seguramente no acabará con la diarrea ni con cualquiera de los demás síntomas. Por ello, hay que estudiar bien los detalles de cada caso individual antes de probar este procedimiento, ya que no garantiza que cure la colitis microscópica
Por lo general, para tratar la colitis microscópica se prescriben los medicamentos etiquetados para tratar la enfermedad de Crohn o la colitis ulcerosa. Dado que la FDA no tiene la autoridad judicial para regular la práctica de la medicina, un médico puede prescribe un medicamento para una indicación no autorizada sin la aprobación de la FDA. Y aunque es legal que un médico recete un medicamento para un uso para indicación no autorizada, no es legal que una empresa farmacéutica promocione el uso de una medicamento para un uso para indicación no autorizada.
Durante los últimos años, los médicos empiezan a darse cuenta de que, al fin y al cabo, la colitis microscópica no es tan rara; simplemente ha sido infradiagnosticada durante muchos años). Así que ahora al menos existe la posibilidad de que una o más empresas farmacéuticas decida desarrollar un medicamento etiquetado de manera específica para tratar la colitis microscópica en algún momento futuro. Al menos, quizá alguna de estas empresas solicite a la FDA que les autorice a añadir la colitis microscópica en la etiqueta de un medicamento existente aprobado por la FDA.
Un número sorprendente de casos de colitis microscópica son causados por un medicamento. Cuando eso ocurre, a veces se puede alcanzar la remisión simplemente dejando de usar el medicamento que causaba los síntomas. Siempre que el paciente evite ese tipo de medicamentos en el futuro, la remisión de la enfermedad se podría mantener de forma indefinida. Pero si nos basamos en las pruebas empíricas, parece ser que pacientes con CM causada por un medicamento podrían ser el único subgrupo de pacientes que son capaces de mantener una remisión a largo plazo de manera consistente sin ninguna intervención de tratamiento continuada.
Sin embargo, en muchos casos cuando los síntomas han estado activos durante muchos años, simplemente interrumpiendo el uso del medicamento podría no ser suficiente para establecer y mantener la remisión. En esos casos, los intestinos podrían haber resultado demasiado dañados y podría ser necesario un intervención de tratamiento adicional.
Como parte de las recomendaciones del tratamiento, la mayoría de los gastroenterólogos recomiendan a los pacientes con CM que eviten tomar ciertos medicamentos que suelen asociarse a la aparición de la colitis microscópica. Una de las primeras clases de medicamentos que se conoce que causan colitis microscópica son los llamados antiinflamatorios no esteroides (AINE). Desde entonces, se han añadido medicamentos adicionales a dicha lista, incluyendo antibióticos, inhibidores de la bomba de protones (IBP), inhibidores selectivos de la recaptación de serotonina (ISRS), inhibidores selectivos de la recaptación de serotonina y noradrenalina (IRSN), antidepresivos tricíclicos, inhibidores de la enzima convertidora de angiotensina (IECA), bloqueantes beta, estatinas y bifosfonatos. Seguramente hay otros que todavía no se han identificado.
El tratamiento con Pepto-Bismol (salicilato de bismuto)
El primer tratamiento desarrollado específicamente para tratar la colitis microscópica se demostró hace aproximadamente unas dos décadas en un ensayo clínico controlado por parte de un investigador médico, el doctor Kenneth Fine que resultó tener colitis microscópica. En dicho ensayo clínico él y sus colegas demostraron que el Pepto-Bismol (que contiene salicilato de bismuto como principio activo) podría aportar la remisión de los síntomas de la CM si se tomaba en dosis significativas (ocho pastillas, o dosis equivalente) cada día, durante un periodo de ocho semanas. Aunque el tamaño de la muestra era relativamente pequeño, los datos indicaron que la diarrea remitió en un 75 % de las personas que completaron el ensayo. El tiempo de respuesta promedio para alcanzar la remisión fue de dos semanas y no se mencionaban efectos secundarios significativos en el informe del ensayo.
Aunque se desconoce el mecanismo por el cual el salicilato de bismuto suprime la inflamación, se sabe que el salicilato de bismuto tiene propiedades antibióticas leves. De todos modos, el doctor Fine ya no recomienda este tratamiento; en primer lugar, porque con una dosis tan elevada, hay un ligero riesgo de una acumulación tóxica de bismuto en el cuerpo si se continúa el tratamiento más allá del intervalo recomendado. Además, se ha observado que algunos pacientes podrían reaccionar de forma adversa a los colorantes u otros ingredientes del Pepto-Bismol. De todos modos, según sus estudios posteriores el tratamiento con salicilato de bismuto no suele ser necesario ya que se puede conseguir la remisión solamente con cambios en la dieta. Puede hacer clic en el tabulador "Cambios en la dieta" para obtener información sobre cómo controlar la colitis microscópica.
Tratamientos que disminuyen la motilidad gastrointestinal
Para tratar la diarrea se pueden usar ciertos medicamentos que se sabe que disminuyen la motilidad intestinal. Estos medicamentos funcionan reduciendo la acción de bombeo peristáltico de los intestinos. Lotronex (alosetron), uno de los medicamentos de esta categoría, suele utilizarse principalmente para tratar el síndrome de intestino irritable (SII). De forma ocasional se prescribe para tratar la CM. Para la mayoría de los pacientes, suele ser un potente agente antimotilidad. Es tan efectivo que en el pasado causó polémica al usarse de manera inadecuada cuando por primera vez se aprobó su venta. En el año 2000 se retiró del mercado, solo nueve meses después de que la FDA lo aprobara con rapidez debido a un número de muertes asociadas con su uso.
El problema fue que muchos médicos lo prescribían no solo a los pacientes con diarrea predominante por el SII, sino también a pacientes con estreñimiento predominante por el SII. Algunos de estos pacientes con estreñimiento predominante por el SII desarrollaron colitis isquémica, obstrucción, perforación, megacolon tóxico, y otros trastornos graves que en algunos casos pusieron su vida en peligro y que, a veces, requirieron intervención quirúrgica.
El medicamento se volvió a introducir en 2002 con nuevos requisitos para el prospecto según los cuales antes de que un médico recetara el medicamento, debía contactar con el fabricante para seguir una formación especial a fin de reducir las posibilidades de que dicho medicamento se recetara a un paciente que pueda tener una reacción potencialmente mortal. Las nuevas normas estipulan también que Lotronex solo se puede recetar a mujeres con SII con predominio de diarrea. En la actualidad, este medicamento no se suele utilizar para tratar la CM.
Los antidiarreicos como el Imodium (Loperamida) y Lomotil (Difenoxilato y atropina) también ayudan a controlar la diarrea disminuyendo la motilidad. Lomotil requiere receta médica, mientras que Imodium se puede adquirir sin receta médica. A pesar de que Imodium está disponible sin receta médica, muchos pacientes lo encuentran igual de efectivo que Lomotil. Algunos incluso afirman que Imodium les funciona mejor que Lomotil.
Antiespasmódicos
Los medicamentos de esta categoría funcionan suprimiendo la motilidad del estómago y de los intestinos y disminuyendo la secreción de los ácidos estomacales y de otros fluidos. Este grupo de medicamentos se basan en alcaloides de belladona y fenobarbital, incluyendo atropina, hiosciamina y escopolamina. Levsin (hiosciamina), aunque no se receta de manera amplia para tratar la CM, parece ser el fármaco de este grupo que más se prescribe para tratar la CM. En general, este tipo de medicamentos se utilizan con mayor frecuencia para tratar los síntomas del SII o las úlceras, y rara vez se prescriben para tratar la colitis microscópica.
Secuestrantes de los ácidos biliares
Los medicamentos de esta categoría se conocen como hipolipemiantes porque principalmente reducen la reabsorción de los ácidos biliares. Se desarrollaron originariamente a fin de disminuir los niveles de colesterol, pero se suelen recetar para reducir la diarrea, especialmente en los pacientes que acaban de ser operados de la vesícula biliar. Los secuestrantes de los ácidos biliares se unen a las sales biliares para que ya no puedan causar diarrea. Entre estos medicamentos se incluye la colestiramina, el colestipol y el colsevelam y suelen causar estreñimiento. Debido a esta característica, algunos médicos los recetan a pacientes que tienen colitis microscópica.
Un estudio de investigación en pacientes con colitis colágena completado hace 15 años, concluyó que alrededor del 44 % de los sujetos del estudio tenía malabsorción de los ácidos biliares (MAB), que fue la causa de la diarrea de difícil solución. 1 El tratamiento con un secuestrante de los ácidos biliares resultó en una mejora de los síntomas en el 78 % de los pacientes.
Aunque este grupo de medicamentos podría ser efectivo gracias a que reducen o incluso paran la diarrea en algunos casos, en otros aumentan la hinchazón y el dolor. Por ello, los pacientes que siguen este tratamiento deben estar atentos a cómo afecta a su cuerpo, ya que el tratamiento no beneficia a todas las personas que tienen CM. Y por supuesto, los tratamientos de esta categoría no abordan la causa subyacente de la inflamación que hace que la CM se desarrolle y se prolongue y la malabsorción de los ácidos biliares. Solo tratan el síntoma de la malabsorción de los ácidos biliares.
Antidepresivos
Muchos antidepresivos tiene como efecto secundario el estreñimiento y por eso a veces se prescriben varios para tratar la CM. Las opciones más habituales para este uso parecen ser los inhibidores selectivos de la recaptación de la serotonina (ISRS) y los inhibidores de la recaptación serotonina-norepinefrina (IRSN). Dado que la depresión parece estar comúnmente relacionada con esta enfermedad, en algunos casos los antidepresivos pueden proporcionar beneficios adicionales en algunas situaciones siempre que consigan aliviar la depresión en cierta medida.
También es posible que los atributos ansiolíticos de algunos de estos medicamentos ofrezcan algunos beneficios para reducir las contracciones musculares en los intestinos. Es obvio que este tipo de medicamentos no hacen nada para suprimir la inflamación que conduce a desarrollar la enfermedad en primer lugar. Pero para algunas personas detener la diarrea les aporta el alivio sintomático suficiente como para considerar que el tratamiento sea un éxito. Está abierto al debate si hacer caso omiso a la inflamación es una elección prudente.
No resulta sorprendente que, para muchos pacientes, estos medicamentos no solucionen la diarrea, y que para otros, incluso empeoren los síntomas existentes empeoren. Este riesgo relativamente alto de efectos secundarios, y el riesgo de que el cuerpo pueda desarrollar una dependencia a estos medicamentos con un uso a largo plazo, siendo necesario disminuir la dosis gradualmente cuando se suspender su uso, complica todavía más prescribir estos medicamentos para tratar la CM.
Aunque un antidepresivo podría ayudar a aliviar la diarrea en algunos casos en los que fuese el síntoma gastrointestinal predominante de la CM, este tipo de medicamento obviamente estará contraindicado en los casos en los que el estreñimiento fuese el síntoma gastrointestinal predominante, o cuando exista una alternancia entre la diarrea y el estreñimiento. Y, por supuesto, los ISRS y los IRSN también estarían contraindicados en todos los casos en los que el paciente sea sensible al medicamento, como puede indicar una reacción adversa de cualquier tipo. Como se menciona en el capítulo anterior, este tipo de fármaco se asocia como causante de CM en un número importante de casos, por lo que debería utilizarse con precaución y de forma discontinua si los síntomas empeorasen.
Dicho esto, en ciertos casos de CM en los que la motilidad intestinal es demasiado lenta, algunos pacientes opinan que una dosis muy baja de amitriptilina (10 mg al día) parece que les ayuda a regular la motilidad intestinal y podría ayudar a establecer y mantener la remisión durante el proceso de recuperación. Esto ilustra lo diversas que puede ser las reacciones en diferentes casos.
Analgésicos
Dado que los AINE están contraindicados a los pacientes con CM, el único analgésico no opiáceo que se sabe que es seguro para algunas personas con CM parecer ser Tylenol (acetaminofén). A diferencia de la mayoría de los analgésicos opiáceos, Ultram (tramadol) no parece provocar que los pacientes desarrollen una tolerancia tras un uso prolongado, por lo que tiene un riesgo muy bajo de adicción comparado con la mayoría de los analgésicos opiáceos, como la oxicodona o la hidrocodona. Dicho esto, recuerde que pocos pacientes consideran que son excepciones a esta norma y que el tramadol parece causarles problemas de adicción.
Los analgésicos opiáceos a veces se recetan para tratar la CM no solo por su efecto analgésico, sino porque ralentizan la motilidad y tienden a provocar estreñimiento. Por ello hay que recordar que además del riesgo de adicción, el uso de analgésicos opiáceos para tratar la CM conlleva un riesgo adicional de causar un problema de retención fecal para toda la vida. Y como sucede con muchos medicamentos, usar analgésicos a base de estupefacientes para tratar los síntomas de la CM equivale a solo tratar los síntomas mientras que se ignora la inflamación que causa la enfermedad.
Ácido 5 aminosalicílico (5-ASA)
Como se ha mencionado anteriormente, los medicamentos más recetados para tratar la colitis microscópica a menudo suelen ser los que han demostrado ser eficaces para tratar otras enfermedades inflamatorias intestinales. Desde el principio, era frecuente la prescripción de sulfasalazina (Azulfidina) como tratamiento.
La sulfasalazina es un profármaco, es decir, no se activa en el sistema digestivo hasta que es descompuesto por las bacterias que hay en el colon en ácido 5 aminosalicílico (5-ASA) y sulfapiridina. Aunque la sulfapiridina tiene un efecto terapéutico para la artritis reumatoidea, no se ha observado un efecto beneficioso de la sulfapiridina para tratar una enfermedades inflamatorias intestinales. Como muchas personas suelen tener reacciones adversas a los medicamentos que contienen sulfas, actualmente la sulfasalazina se ha remplazado sobre todo por mesalamina, en ocasiones conocida como mesalazina, en el tratamiento de las EIIs.
La mesalamina contiene el principio activo de la sulfasalazina, conocido como ácido 5-aminosalicílico. Hay una serie de medicamentos en este grupo que usan el mismo principio activo, y que a veces se denominan como medicamentos del grupo 5-ASA. En los EE. UU. este grupo de medicamentos incluye un número de marcas conocidas, como Asacol, Asacol HD, Lialda, Apriso, Colazal, Pentasa y Rowasa. En el Reino Unido, los nombres de marcas comúnmente disponibles incluyen Asacol, Canasa, Ipocal, Salofalk, y Mezavant XL.
Hay otras marcas disponibles en otros países, pero todas se basan en la mesalamina como ingrediente activo. Todas utilizan alguna forma de recubrimiento entérico para evitar que la medicación se active antes de alcanzar la zona objetivo del tubo digestivo, por lo general en algún lugar del tercio inferior del intestino delgado (íleon) o del colon. Desafortunadamente, la mesalamina está químicamente relacionada con la aspirina, por lo que las personas que son alérgicas a la aspirina, o a otro tipo de salicilato, no deben usar este medicamento.
También hay riesgo de que esta similitud química se extienda a otros atributos de los AINES. Aunque estudios in vitro han demostrado que la mesalamina aparentemente inhibe las enzimas que se cree son responsables de la producción de ambos, los leucotrienos y las prostaglandinas (ambos conocidos como mediadores inflamatorios), estudios de casos han mostrado que en algunos individuos, y en combinación con la enfermedad inflamatoria intestinal, podría estimular la producción de leucotrienos, similar a los AINES, causando diarrea o inflamación intestinal (o ambos). Esto implica que los medicamentos del grupo 5-ASA podrían beneficiar a algunos pacientes con CM, al mismo tiempo que empeoran la inflamación en otros casos.
La experiencia demuestra que, en general, los medicamentos de este grupo son relativamente efectivos en suprimir la inflamación asociada con la CM, pero que, de alguna manera, tienden a ser lentos en aportar una remisión. Lo típico es que tarden varias semanas, o incluso más, antes de establecer el control. No siempre controlan los síntomas de manera satisfactoria y algunos pacientes no los toleran.
Corticosteroides
Otro tipo de medicación que suele recetarse para la colitis microscópica son los corticosteroides. Los corticosteroides son reconocidos por suprimir la inflamación. Suelen ser más efectivos que los medicamentos del grupo 5-ASA en conseguir que remitan los síntomas. Por desgracia, algunos corticosteroides tienen mala fama porque causan efectos secundarios severos si se toman a largo plazo.
Uno de los corticosteroides prescritos con mayor frecuencia es la prednisona y algunos gastroenterólogos todavía la recetan para tratar la CM. Pero debido a su importante riesgo de causar algunos efectos secundarios graves, no se puede usar como tratamiento a largo plazo sin que provoque un riesgo alto e inaceptable de desarrollar efectos adversos en la salud. Sus principales ventajas son el bajo coste y su potente eficacia. Parte de su eficacia radica en su efecto inmunosupresor. Por supuesto, este efecto inmunosupresor tiene la desventaja de disminuir la resistencia del cuerpo a las enfermedades y a las infecciones. Debido a su potente efecto en las glándulas suprarrenales del cuerpo, la retirada de este medicamento se debe llevar a cabo con gran precaución disminuyendo lentamente la dosis, durante el periodo de retirada. Otra desventaja bien conocida del uso de la prednisona y otros corticosteroides es que influyen en la curación de las heridas, por lo que se necesita más tiempo para la curación y aumentan el riesgo de infección.
Un corticosteroide más moderno, la budesónida, puede usarse a menudo con la misma eficacia que la prednisona, con un riesgo mucho menor de provocar efectos adversos para la salud. La budesónida es el ingrediente activo de Entocort EC. Las cápsulas de Entocort EC tienen como ventaja su recubrimiento entérico especial que retrasa la activación de la budesónida hasta que alcanza el tercio inferior del intestino y del colon, de forma que solo se absorbe una cantidad mínima del ingrediente en la torrente sanguíneo. Hay ensayos clínicos que muestran que cuando se administra la budesónida de esta manera, solo se absorbe entre un 9 y un 21 % en el torrente sanguíneo. Su velocidad de absorción relativamente baja en el torrente sanguíneo tiende a disminuir de manera significativa el riesgo de efectos secundarios sistémicos. Como eso significa que la parte más fuerte de la medicación se encuentra disponible para tratar las zonas inflamadas del tercio inferior del intestino delgado y del colon, hace que Entocort EC sea un medicamentos efectivo y mucho más seguro de utilizar, comparado con la prednisona.
Podría decirse que la mayor ventaja que tiene Entocort EC frente a otros corticosteroides para tratar la CM es que se ha demostrado que su uso a largo plazo es seguro. Ensayos clínicos de más de 52 semanas han demostrado que el riesgo de los efectos secundarios a largo plazo por el uso de Entocort EC en 6 mg. al día es similar al riesgo asociado con el uso a corto plazo (ocho semanas) de Entocort EC en 9 mg. al día estableciendo así su seguridad para el uso a largo plazo en 6 mg. por día.
Ya está disponible una medicación más nueva basada en el budesónida. Se llama Uceris y su fabricante asegura que debido a que no se activa hasta que está en la parte baja en el colon, no hay ningún riesgo de padecer efectos sistémicos. Y por ello, este corticosteroide en particular no requiere una pauta de retirada progresiva. Uceris está etiquetado para la colitis ulcerosa, una enfermedad que empieza por lo general en la región rectal del tubo digestivo y se extiende hacia arriba, que es la razón del fabricante al crear el medicamento para que se active tan abajo en el tubo digestivo. Aunque esta característica es ideal para tratar la colitis ulcerosa, Uceris podría no ser efectivo para tratar la CM en algunos casos debido a que la CM normalmente afecta a zonas aleatorias distribuidas por todo el colon y la mayoría de las veces la parte terminal del íleon también está inflamado. Sin embargo, hay informes generalmente favorables de pacientes con CM que han usado Uceris.
Supresores del sistema immune
Se sabe que algunos especialistas del aparato digestivo recetan ciertos supresores potentes del sistema inmune como Imuran (azatioprina) o metotrexato para tratar la CM. Al principio estos supresores del sistema inmune se desarrollaron para disminuir las tasas de rechazo después de trasplantes de órganos y para la quimioterapia relacionada con los tratamientos para el cáncer pero se recetan a menudo para la enfermedad de Crohn.
La azatioprina es otro profármaco. Durante el proceso digestivo, se metaboliza en la forma activa, 6-mercaptopurina, que impide la síntesis del ADN. Esto a su vez retrasa la propagación de células nuevas, especialmente de linfocitos, que normalmente tienden a crecer rápidamente. Las células T y B se ven afectadas sobre todo por esta restricción del crecimiento. De forma general se considera las cantidades excesivas de células T son las causas principales de la inflamación asociada con la CM y otros problemas autoinmunes. Como la azatioprina suprime la propagación de las células T, es efectiva para tratar ciertas enfermedades autoinmunes y se suele usar para tratar la enfermedad de Crohn, lo cual establece su posible eficacia para el tratamiento de la CM.
El metotrexato se utiliza en el tratamiento para el cáncer, las enfermedades autoinmunes como la artritis reumatoidea, la psoriasis, y la artritis psoriásica; incluso se ha aplicado para inducir abortos médicos. Funciona inhibiendo el metabolismo del ácido fólico. Se desarrolló originalmente como un tratamiento de quimioterapia y es conocido por su efectividad contra una serie de distintos tipos de cáncer. Pero actualmente, a diferencia de la azatioprina, parece que el metotrexato rara vez se receta para tratar la colitis microscópica.
En general, dado que los medicamentos inmunodepresores conllevan un riesgo elevado de desarrollar una infección o cáncer, este tipo de medicamentos solo deberían considerarse si antes se han probado otros tratamientos de menor riesgo que no han aliviado los síntomas.
Medicamentos anti-TNF
Los medicamentos anti-tumorales del factor de necrosis (anti-TNF) como Embrel (Etanercept), Remicade (Infliximab), y Humira (Adalimumab) cada vez se prescriben más a menudo para tratar trastornos inflamatorios diversos, incluyendo la enfermedad de Crohn. Por esa razón, algunos médicos lo consideran una opción viable para tratar la colitis microscópica. Esta clase de medicamentos se han desarrollado de manera bastante reciente. Sin embargo, los estudios de casos demuestran que aunque la mayoría de los pacientes con problemas inflamatorios muestra beneficios significativos, algunos experimentan reacciones adversas graves, e incluso posiblemente mortales.
Recientemente se ha vinculado los medicamentos anti-TNF, por ejemplo con un mayor riesgo de sufrir una posible infección quizá mortal con la bacteria de la legionela y de la listeria, además de la larga lista de agentes patógenos que se había indicado previamente. Aunque se consideran generalmente seguros para la mayoría de los pacientes, hay que tener especial cuidado antes de empezar a usar cualquiera de estos medicamentos ya que suprimen el sistema inmune, lo cual puede conllevar un mayor riesgo de infecciones y de otros efectos adversos.
Intervención quirúrgica
Como último recurso de tratamiento, algunos gastroenterólogos incluso podrían recomendar una ileostomía en algunos casos graves de CM en los que el paciente no responda a los métodos de tratamiento convencionales. Una ileostomía desvía la corriente fecal a una bolsa externa, sin pasar por el colon, evitando así cualquier oportunidad de que se inflame, aislándolo de la corriente fecal. Los estudios de casos publicados demuestran que este procedimiento quirúrgico por lo general conlleva la remisión de los síntomas. Pero parece que este tratamiento es demasiado drástico, pues que el colon ya no podrá aportar ningún beneficio funcional al cuerpo tras el procedimiento. Y si se ve afectado el intestino delgado, lo cual parece que sucede a muchos pacientes, entonces no cabe esperar que la ileostomía soluciones las reacciones del intestino delgado.
Pero decir que este procedimiento conllevará remisión simplemente no es cierto. Hay casos en que la ileostomía no resolverá los síntomas de la CM. Si una dieta elemental, especialmente si se administra mediante un tubo de alimentación parenteral, no resuelve los síntomas, entonces conviene encontrar una solución mediante una ileostomía porque el procedimiento seguramente no acabará con la diarrea ni con cualquiera de los demás síntomas. Por ello, hay que estudiar bien los detalles de cada caso individual antes de probar este procedimiento, ya que no garantiza que cure la colitis microscópica
EL TRATAMIENTO EN CASOS DIFÍCILES
Algunos casos no responden a los tratamientos convencionales. Puede deberse a muchas razones, y puede resultar especialmente problemático si se dan otras enfermedades autoinmunes. Parece que no hay ningún estudios médico disponible que apoye o desmienta esta observación. Pero las pruebas epidemiológicas parecen sugerir que en casos en los que se han intentado varios tratamientos convencionales sin éxito, hay una posibilidad de que uno o varios trastornos relacionados con otras enfermedades autoinmunes impidan la remisión de los síntomas de la CM.
Naltrexona en dosis bajas
En situaciones como esta, algunos pacientes han podido resolver sus síntomas de CM mediante el uso de naltrexona en dosis bajas (LDN). Aunque todavía está en fase experimental y la mayoría de médicos convencionales todavía no la ha aceptado, los tratamientos mediante LDN han conseguido una tasa de éxito sorprendente en muchas enfermedades autoinmunes que de otro modo serían resistentes al tratamiento.
Se trata de un tratamiento para la naltrexona con un indicación no autorizada en el que se aplican dosis que representen una pequeña fracción de la cantidad que se receta normalmente para los usos indicados. Pero si se toma de la manera adecuada, se dice que reajusta el sistema inmunológico de noche lo cual conlleva la eliminación de la inflamación autoinmune inducida. Dado que la LDN no parece ser efectiva en pacientes que solo tienen CM y no otras enfermedades autoinmunes) y, sin embargo, parece que alivia los síntomas de la CM en muchos paciente que si tienen otras enfermedades autoinmunes, es probable que la LDN sea capaz de eliminar síntomas de la CM debido a que trata efectivamente otros trastornos autoinmunes (a parte de la CM) que han impedido la remisión de los síntomas de la CM, a pesar de que un programa de tratamiento que normalmente se podría esperar que solucione los síntomas de la CM.
El tratamiento de trastornos por mastocitos
Hoy en día la mayoría de los gastroenterólogos no están bien formados para tratar la enterocolitis mastocítica (si es que han oído ella en alguna ocasión) ya que muchos tienen conocimientos prácticos mínimos de la enterocolitis mastocítica. Por eso, puede ser difícil encontrar a los especialistas del aparato digestivo que saben cómo tratar correctamente esta enfermedad. Los que están suficientemente informados sobre los trastornos por mastocitos para comprender cómo se diagnostica y se trata la enterocolitis mastocítica u otros trastornos del tubo digestivo relacionados con los mastocitos, suelen recetar o bien Gastrocrom (cromoglicato de sodio) o antihistamina de tipo 1/H1 o tipo 2/H2 para controlar los síntomas causados por los mastocitos.
Naltrexona en dosis bajas
En situaciones como esta, algunos pacientes han podido resolver sus síntomas de CM mediante el uso de naltrexona en dosis bajas (LDN). Aunque todavía está en fase experimental y la mayoría de médicos convencionales todavía no la ha aceptado, los tratamientos mediante LDN han conseguido una tasa de éxito sorprendente en muchas enfermedades autoinmunes que de otro modo serían resistentes al tratamiento.
Se trata de un tratamiento para la naltrexona con un indicación no autorizada en el que se aplican dosis que representen una pequeña fracción de la cantidad que se receta normalmente para los usos indicados. Pero si se toma de la manera adecuada, se dice que reajusta el sistema inmunológico de noche lo cual conlleva la eliminación de la inflamación autoinmune inducida. Dado que la LDN no parece ser efectiva en pacientes que solo tienen CM y no otras enfermedades autoinmunes) y, sin embargo, parece que alivia los síntomas de la CM en muchos paciente que si tienen otras enfermedades autoinmunes, es probable que la LDN sea capaz de eliminar síntomas de la CM debido a que trata efectivamente otros trastornos autoinmunes (a parte de la CM) que han impedido la remisión de los síntomas de la CM, a pesar de que un programa de tratamiento que normalmente se podría esperar que solucione los síntomas de la CM.
El tratamiento de trastornos por mastocitos
Hoy en día la mayoría de los gastroenterólogos no están bien formados para tratar la enterocolitis mastocítica (si es que han oído ella en alguna ocasión) ya que muchos tienen conocimientos prácticos mínimos de la enterocolitis mastocítica. Por eso, puede ser difícil encontrar a los especialistas del aparato digestivo que saben cómo tratar correctamente esta enfermedad. Los que están suficientemente informados sobre los trastornos por mastocitos para comprender cómo se diagnostica y se trata la enterocolitis mastocítica u otros trastornos del tubo digestivo relacionados con los mastocitos, suelen recetar o bien Gastrocrom (cromoglicato de sodio) o antihistamina de tipo 1/H1 o tipo 2/H2 para controlar los síntomas causados por los mastocitos.
1. Ung, K-A., Gillberg, R., Kilander, A., and Abrahamsson, H. (2000). Role of bile acids and bile acid binding agents in patients with collagenous colitis. Gut, 46(1),170–175. http://gut.bmj.com/content/46/2/170.full
AQUÍ ENCONTRARÁ UN RESUMEN SOBRE LAS DIRECTRICES MÁS ACTUALIZADAS DICTADAS por el INSTITUTO DE LA ASOCIACIÓN GASTROENTEROLÓGICA AMERICANA PARA LA GESTIÓN MEDICA DE LA COLITIS MICROSCÓPICA, PUBLICADAS EL 18 DE DICIEMBRE DE 2015.5.
Para los pacientes sintomáticos, las directrices sugieren lo siguiente:
1. Se prefiere el tratamiento con budesónida usando otros antiinflamatorios para inducir la remisión clínica.
2. Cuando el tratamiento con budesónida no es factible, el tratamiento con mesalamina, salicilato de bismuto o prednisona es mejor que no efectuar ningún tratamiento.
3. No se recomienda el tratamiento usando una combinación de colestiramina y mesalamina (en lugar de solo con mesalamina).
4. La asociación no recomienda de manera específica el tratamiento con probióticos o Boswellia serrata al intentar inducir la remisión clínica.
5. Para los pacientes cuyos síntomas reaparecen al completar un tratamiento con budesónida, las directrices recomiendan el tratamiento continuo con budesónida para mantener la remisión clínica..
Encontrará información adicional en el artículo de Medscape en el siguiente enlace. También puede descargar aquí abajo una copia en PDF del artículo original publicado por la asociación.
New Guideline Addresses Microscopic Colitis Management
Puede descargar una copia en PDF del artículo original haciendo clic en este enlace.
1. Se prefiere el tratamiento con budesónida usando otros antiinflamatorios para inducir la remisión clínica.
2. Cuando el tratamiento con budesónida no es factible, el tratamiento con mesalamina, salicilato de bismuto o prednisona es mejor que no efectuar ningún tratamiento.
3. No se recomienda el tratamiento usando una combinación de colestiramina y mesalamina (en lugar de solo con mesalamina).
4. La asociación no recomienda de manera específica el tratamiento con probióticos o Boswellia serrata al intentar inducir la remisión clínica.
5. Para los pacientes cuyos síntomas reaparecen al completar un tratamiento con budesónida, las directrices recomiendan el tratamiento continuo con budesónida para mantener la remisión clínica..
Encontrará información adicional en el artículo de Medscape en el siguiente enlace. También puede descargar aquí abajo una copia en PDF del artículo original publicado por la asociación.
New Guideline Addresses Microscopic Colitis Management
Puede descargar una copia en PDF del artículo original haciendo clic en este enlace.