Problemas RELACIONADOS

Según parece hay muchas similitudes importantes entre la colitis microscópica y la enfermedad celíaca.
En un estudio limitado realizado en Australia, se constató que de 10 personas que habían sido diagnosticadas con colitis colágena y a las cuales se les habían extraído biopsias del intestino delgado, 4 de ellas tenía la enfermedad celíaca, lo cual indica una alta correspondencia.1 En el momento en que se hizo el estudio, la prevalencia de la enfermedad celíaca en Australia se consideraba de 1 entre 3000. Al parecer, las personas con estas enfermedades comparten un set de genes predisponentes HLA-DQ que explicarían el esprúe celíaco y la colitis microscópica.2 Los pacientes con colitis microscópica con frecuencia tienen inflamación de leve a moderada del intestino delgado. En algunos casos a acompañada de una atrofia parcial o subtotal de las vellosidades intestinales, lo cual es un marcador de la enfermedad celíaca.
Se necesitan nuevos estudios para demostrar de manera científica si este daño patológico es causado por el gluten en la dieta. Pero las pruebas epidemiológicas sugieren sin duda que el gluten, y posiblemente otras proteínas de la dieta, podrían ser el origen de los agentes inflamatorios que provocan que se perpetúe el daño observado en el intestino delgado de muchos pacientes con colitis microscópica. No está claro qué grado de solapamiento existe en la enfermedad celíaca y la CM. Pero estudios aleatorios de pacientes con colitis linfocítica han mostrado que al menos el 10 % de ellos tenía un daño significativo en las vellosidades del intestino delgado, a pesar de que no cumplen las condiciones para un diagnóstico de enfermedad celíaca según los criterios clásicos de la celiaquía.3
La CM activa suele provocar ruidos fuertes en el sistema digestivo
Un sistema digestivo normal produce sonidos característicos cuando funciona de manera correcta.
El sonido normal del sistema digestivo se conoce como borborigmo. Este sonido se origina en el estómago o en la parte superior del intestino delgado cuando los músculos se contraen para mover el quimo (una mezcla de comida parcialmente digerida y jugos gástricos) por el tracto gastrointestinal. Las vibraciones resultantes sirven para ayudar a agitar las partículas sueltas de quimo que, en caso contrario, podrían adherirse al estómago o a las paredes intestinales. Sin embargo, en el caso de colitis microscópica, estos sonidos suelen amplificarse hasta el punto de que alguien que se encuentre en el otro extremo de una gran habitación puede oírlos. El paciente no puede controlar este sonido, y la mayoría de las personas que lo sufren pueden sentirse bastante cohibidas cuando se encuentran en espacios públicos. Cualquiera que esté bien informado sobre la enfermedad, reconoce el sonido prácticamente de inmediato, y lo relaciona con la CM.
Algunos casos de CM presentan síntomas neurológicos
En muchos casos, la sensibilidad al gluten provoca síntomas neurológicos, además de los gastrointestinales. En algunos casos, los síntomas neurológicos aparecen primero, antes de que haya síntomas gastrointestinales.4 Entre los síntomas neurológicos pueden surgir los siguientes: niebla cerebral, problemas de conocimiento y memoria, problemas de equilibrio y en el modo de andar y neuropatía periférica. Incluso es posible que las personas con sensibilidad al gluten desarrollen síntomas neurológicos a pesar de no sufrir ningún síntoma gastrointestinal. Pero sin una implicación gastrointestinal y sin síntomas clínicos es obvio que la colitis microscópica no sería un problema más grave y que la mayoría de las personas ni tan solo serían conscientes de tener la enfermedad. Si a pesar de todo se manifestara, el hecho de que fuera asintomática lo convertiría en un punto discutible, respecto a cómo influye en el paciente. Sin embargo, habría que tratar la sensibilidad al gluten; de lo contrario, sería relativamente muy probable que los efectos neurológicos incluso pudieran avanzar hasta provocar la enfermedad celíaca o los síntomas típicos de la colitis microscópica, o a ambas. También es posible que el daño neurológico sea permanente si los síntomas no son tratados de forma eficaz y a tiempo.
Muchos paciente con CM sitenen fatiga extrema y dolor articular
Después de la diarrea, para muchos pacientes el segundo síntoma más prominente de la CM es la fatiga. Muchas personas con CM sienten que incluso con niveles de actividad bajos están casi totalmente exhaustos al final del día, y el cansancio es un compañero casi constante. Además, para muchos pacientes con CM, el dolor agudo en las articulaciones, y en ocasiones el dolor muscular, puede llegar a niveles en los que la actividad normal se puede ver obstaculizada de manera significativa. Pueden manifestarse síntomas similares a la artritis en las articulaciones de rodilla y cadera, rigidez. Y el dolor en el cuello, en la parte superior de la espalda y la zona baja de la espalda puede ser bastante agudo. Muchos pacientes dicen que se sienten como si tuvieran un caso grave de gripe o de intoxicación alimentaria.
Algunos síntomas de la CM prodrían resultar en un diagnóstico de otras enfermedades autoinmunes
No es raro que las personas que sufren CM desarrollen problemas que en ocasiones se confundan con enfermedades autoinmunes diversas. Por ejemplo, el trastorno de la articulación temporomandibular (ATM), suele diagnosticarse a menudo, y parece que este síntoma podría estar relacionado con la sensibilidad al gluten. Después de haber eliminado todas las trazas de gluten de la dieta de alguien con CM y haber resuelto los síntomas gastrointestinales, a menudo los síntomas de la ATM también suelen desaparecer. En algunos casos la fatiga asociada con la CM ha resultado en el diagnóstico de un síndrome de fatiga crónica.
Los problemas de tiroides son muy comunes en la CM
Un estudio basado en 50 pacientes que tenían tiroiditis de Hashimoto reveló que el 40 % de ellos tenían los marcadores de diagnóstico para la colitis linfocítica, pero solo uno de ellos manifestaba síntomas clínicos de CL.5 Esto sugiere que la CL no solo está estrechamente relacionada con la enfermedad del tiroides, sino que puede estar presente sin causar los síntomas típicos durante largos periodos de tiempo antes de que la enfermedad esté completamente activa. De hecho una encuesta informal entre los miembros del foro de apoyo y discusión relacionado con este sitio web muestra que las personas que tienen CM tendrían una probabilidad 7 veces mayor de tener problemas de tiroides que la población general.6
Debido a que parece haber una relación bastante elevada entre la CM y los desórdenes del tiroides, la enfermedad del tiroides puede ocasionar que aparezcan síntomas adicionales, y esto puede causar el desarrollo de síndromes autoinmunes adicionales, tales como el síndrome de fatiga crónica, el lupus eritematoso sistémico (LES), el síndrome de Sjögren y el fenómeno de Raynaud. A menudo los síntomas asociados a estas afecciones autoinmunes adicionales disminuirán y, en algunos casos, desaparecerán por completo una vez se haya controlado la inflamación asociada a la colitis microscópica.
el reflujo gastroesofágico (ERGE) se asocia de manera habitual con la CM
Los problemas digestivos que van desde una digestión incompleta o mala causada por la inflamación relacionada con la CM o con otras EII a menudo provocan el desarrollo del reflujo gastroesofágico (ERGE). Muchos médicos recetan uno de estos inhibidores para tratar el problema, pero por desgracia no solo son desencadenantes de CM, sino que se sabe que provocan el desarrollo de otros muchos problemas de salud. Si busca consejos para controlar el reflujo gastroesofágico sin medicamentos, y maneras de deshabituarse de un IBP (inhibidor de la bomba de protones) evitando el efecto rebote causado al terminar un tratamiento de IBP, le remitimos al enlace de descarga titulado "Descargar consejos para controlar ERGE sin medicamentos" en la página de descargas.
En un estudio limitado realizado en Australia, se constató que de 10 personas que habían sido diagnosticadas con colitis colágena y a las cuales se les habían extraído biopsias del intestino delgado, 4 de ellas tenía la enfermedad celíaca, lo cual indica una alta correspondencia.1 En el momento en que se hizo el estudio, la prevalencia de la enfermedad celíaca en Australia se consideraba de 1 entre 3000. Al parecer, las personas con estas enfermedades comparten un set de genes predisponentes HLA-DQ que explicarían el esprúe celíaco y la colitis microscópica.2 Los pacientes con colitis microscópica con frecuencia tienen inflamación de leve a moderada del intestino delgado. En algunos casos a acompañada de una atrofia parcial o subtotal de las vellosidades intestinales, lo cual es un marcador de la enfermedad celíaca.
Se necesitan nuevos estudios para demostrar de manera científica si este daño patológico es causado por el gluten en la dieta. Pero las pruebas epidemiológicas sugieren sin duda que el gluten, y posiblemente otras proteínas de la dieta, podrían ser el origen de los agentes inflamatorios que provocan que se perpetúe el daño observado en el intestino delgado de muchos pacientes con colitis microscópica. No está claro qué grado de solapamiento existe en la enfermedad celíaca y la CM. Pero estudios aleatorios de pacientes con colitis linfocítica han mostrado que al menos el 10 % de ellos tenía un daño significativo en las vellosidades del intestino delgado, a pesar de que no cumplen las condiciones para un diagnóstico de enfermedad celíaca según los criterios clásicos de la celiaquía.3
La CM activa suele provocar ruidos fuertes en el sistema digestivo
Un sistema digestivo normal produce sonidos característicos cuando funciona de manera correcta.
El sonido normal del sistema digestivo se conoce como borborigmo. Este sonido se origina en el estómago o en la parte superior del intestino delgado cuando los músculos se contraen para mover el quimo (una mezcla de comida parcialmente digerida y jugos gástricos) por el tracto gastrointestinal. Las vibraciones resultantes sirven para ayudar a agitar las partículas sueltas de quimo que, en caso contrario, podrían adherirse al estómago o a las paredes intestinales. Sin embargo, en el caso de colitis microscópica, estos sonidos suelen amplificarse hasta el punto de que alguien que se encuentre en el otro extremo de una gran habitación puede oírlos. El paciente no puede controlar este sonido, y la mayoría de las personas que lo sufren pueden sentirse bastante cohibidas cuando se encuentran en espacios públicos. Cualquiera que esté bien informado sobre la enfermedad, reconoce el sonido prácticamente de inmediato, y lo relaciona con la CM.
Algunos casos de CM presentan síntomas neurológicos
En muchos casos, la sensibilidad al gluten provoca síntomas neurológicos, además de los gastrointestinales. En algunos casos, los síntomas neurológicos aparecen primero, antes de que haya síntomas gastrointestinales.4 Entre los síntomas neurológicos pueden surgir los siguientes: niebla cerebral, problemas de conocimiento y memoria, problemas de equilibrio y en el modo de andar y neuropatía periférica. Incluso es posible que las personas con sensibilidad al gluten desarrollen síntomas neurológicos a pesar de no sufrir ningún síntoma gastrointestinal. Pero sin una implicación gastrointestinal y sin síntomas clínicos es obvio que la colitis microscópica no sería un problema más grave y que la mayoría de las personas ni tan solo serían conscientes de tener la enfermedad. Si a pesar de todo se manifestara, el hecho de que fuera asintomática lo convertiría en un punto discutible, respecto a cómo influye en el paciente. Sin embargo, habría que tratar la sensibilidad al gluten; de lo contrario, sería relativamente muy probable que los efectos neurológicos incluso pudieran avanzar hasta provocar la enfermedad celíaca o los síntomas típicos de la colitis microscópica, o a ambas. También es posible que el daño neurológico sea permanente si los síntomas no son tratados de forma eficaz y a tiempo.
Muchos paciente con CM sitenen fatiga extrema y dolor articular
Después de la diarrea, para muchos pacientes el segundo síntoma más prominente de la CM es la fatiga. Muchas personas con CM sienten que incluso con niveles de actividad bajos están casi totalmente exhaustos al final del día, y el cansancio es un compañero casi constante. Además, para muchos pacientes con CM, el dolor agudo en las articulaciones, y en ocasiones el dolor muscular, puede llegar a niveles en los que la actividad normal se puede ver obstaculizada de manera significativa. Pueden manifestarse síntomas similares a la artritis en las articulaciones de rodilla y cadera, rigidez. Y el dolor en el cuello, en la parte superior de la espalda y la zona baja de la espalda puede ser bastante agudo. Muchos pacientes dicen que se sienten como si tuvieran un caso grave de gripe o de intoxicación alimentaria.
Algunos síntomas de la CM prodrían resultar en un diagnóstico de otras enfermedades autoinmunes
No es raro que las personas que sufren CM desarrollen problemas que en ocasiones se confundan con enfermedades autoinmunes diversas. Por ejemplo, el trastorno de la articulación temporomandibular (ATM), suele diagnosticarse a menudo, y parece que este síntoma podría estar relacionado con la sensibilidad al gluten. Después de haber eliminado todas las trazas de gluten de la dieta de alguien con CM y haber resuelto los síntomas gastrointestinales, a menudo los síntomas de la ATM también suelen desaparecer. En algunos casos la fatiga asociada con la CM ha resultado en el diagnóstico de un síndrome de fatiga crónica.
Los problemas de tiroides son muy comunes en la CM
Un estudio basado en 50 pacientes que tenían tiroiditis de Hashimoto reveló que el 40 % de ellos tenían los marcadores de diagnóstico para la colitis linfocítica, pero solo uno de ellos manifestaba síntomas clínicos de CL.5 Esto sugiere que la CL no solo está estrechamente relacionada con la enfermedad del tiroides, sino que puede estar presente sin causar los síntomas típicos durante largos periodos de tiempo antes de que la enfermedad esté completamente activa. De hecho una encuesta informal entre los miembros del foro de apoyo y discusión relacionado con este sitio web muestra que las personas que tienen CM tendrían una probabilidad 7 veces mayor de tener problemas de tiroides que la población general.6
Debido a que parece haber una relación bastante elevada entre la CM y los desórdenes del tiroides, la enfermedad del tiroides puede ocasionar que aparezcan síntomas adicionales, y esto puede causar el desarrollo de síndromes autoinmunes adicionales, tales como el síndrome de fatiga crónica, el lupus eritematoso sistémico (LES), el síndrome de Sjögren y el fenómeno de Raynaud. A menudo los síntomas asociados a estas afecciones autoinmunes adicionales disminuirán y, en algunos casos, desaparecerán por completo una vez se haya controlado la inflamación asociada a la colitis microscópica.
el reflujo gastroesofágico (ERGE) se asocia de manera habitual con la CM
Los problemas digestivos que van desde una digestión incompleta o mala causada por la inflamación relacionada con la CM o con otras EII a menudo provocan el desarrollo del reflujo gastroesofágico (ERGE). Muchos médicos recetan uno de estos inhibidores para tratar el problema, pero por desgracia no solo son desencadenantes de CM, sino que se sabe que provocan el desarrollo de otros muchos problemas de salud. Si busca consejos para controlar el reflujo gastroesofágico sin medicamentos, y maneras de deshabituarse de un IBP (inhibidor de la bomba de protones) evitando el efecto rebote causado al terminar un tratamiento de IBP, le remitimos al enlace de descarga titulado "Descargar consejos para controlar ERGE sin medicamentos" en la página de descargas.
1. Armes, J., Gee, D. C., Macrae, F. A., Schroeder, W., & Bhathal, P. S. (1992). Collagenous colitis: Jejunal and colorectal pathology. Journal of Clinical Pathology, 45(1), 784–787. http://www.ncbi.nlm.nih.gov/pmc/articles/PMC495104/
2. Fine, K. D., Do, K., Schulte, K., Ogunji, F., Guerra, R., Osowski, L., & McCormack, J. (2000). High prevalence of celiac sprue-like HLA-DQ genes and enteropathy in patients with the microscopic colitis syndrome. American Journal of Gastroenterology, 95(8), 1974–1982. http://www.ncbi.nlm.nih.gov/pubmed/10950045
3. Simondi, D., Pellicano, R., Reggiani, S., Pallavicino, F., David, E., Sguazzini, C., . . . Astegiano, M. (2010). A retrospective study on a cohort of patients with lymphocytic colitis. Spanish Journal of Gastroenterology, 102(6), 381–384. http://www.ncbi.nlm.nih.gov/pubmed/20575599
4. Hadjivassiliou, M., Grünewald, R. A., & Davies-Jones, G. A. B. (2002). Gluten sensitivity as a neurological illness. Journal of Neurology, Neurosurgery & Psychiatry, 72(1), 560–563. http://jnnp.bmj.com/content/72/5/560.full
5. Cindoruk, M., Tuncer, C., Dursun, A., Yetkin, I., Karakan, T., Cakir, N., & Soykan, I. (2002). Increased colonic intraepithelial lymphocytes in patients with Hashimoto's thyroiditis. Journal of Clinical Gastroenterology, 34(3), 237-9. http://www.ncbi.nlm.nih.gov/pubmed/11873103
6. Poll About Thyroid Issues
2. Fine, K. D., Do, K., Schulte, K., Ogunji, F., Guerra, R., Osowski, L., & McCormack, J. (2000). High prevalence of celiac sprue-like HLA-DQ genes and enteropathy in patients with the microscopic colitis syndrome. American Journal of Gastroenterology, 95(8), 1974–1982. http://www.ncbi.nlm.nih.gov/pubmed/10950045
3. Simondi, D., Pellicano, R., Reggiani, S., Pallavicino, F., David, E., Sguazzini, C., . . . Astegiano, M. (2010). A retrospective study on a cohort of patients with lymphocytic colitis. Spanish Journal of Gastroenterology, 102(6), 381–384. http://www.ncbi.nlm.nih.gov/pubmed/20575599
4. Hadjivassiliou, M., Grünewald, R. A., & Davies-Jones, G. A. B. (2002). Gluten sensitivity as a neurological illness. Journal of Neurology, Neurosurgery & Psychiatry, 72(1), 560–563. http://jnnp.bmj.com/content/72/5/560.full
5. Cindoruk, M., Tuncer, C., Dursun, A., Yetkin, I., Karakan, T., Cakir, N., & Soykan, I. (2002). Increased colonic intraepithelial lymphocytes in patients with Hashimoto's thyroiditis. Journal of Clinical Gastroenterology, 34(3), 237-9. http://www.ncbi.nlm.nih.gov/pubmed/11873103
6. Poll About Thyroid Issues
Most of the information in this section is taken from, or based on, chapter 1 of the book Microscopic Colitis, by Wayne Persky.